miércoles, 10 de febrero de 2016

comentario de obra pictórica del barroco Andalúz

LA INMACULADA



Autor: Murillo

Género: Se trata de una pintura religiosa, de devoción, muy usual en la España del siglo XVII.

Tema: El pintor representa a la Virgen como una joven morena, bella, tierna y dulce, flotando suavemente sobre nubes esponjosas, en un gran rompimiento de gloria. Está vestida con túnica blanca y manto azul, con las manos juntas sobre el pecho en actitud de plegaria y la cabeza suavemente ladeada mirando al cielo. A sus pies hay una media luna. Aparece rodeada de juguetones angelotes (hasta 30, unos de cuerpo entero y otros sólo cabecitas). Es una imagen encantadora, llena de gracia y elegancia.

Composición:el grupo está captado de forma espontánea y libre, en las más variadas actitudes y posturas, llenas de movimiento. En el centro de la composición está la Virgen, de canon estilizado y rodeándola, en movimiento curvo, los angelitos. Murillo los agrupa de forma desigual: abajo, flotan once; a la izquierda hay siete cabecitas arriba y cuatro debajo; a la derecha, tres y cinco. Unos son muy visibles mientras que otros desaparecen en la penumbra, ya que hay varios planos de profundidad. El pintor evita la frontalidad y destaca las lineas ondulantes en los abultados pliegues del manto y las diagonales, con abundantes escorzos. La perspectiva es aérea. Es un estilo dinámico y escenográfico, teatral, pero sin violencia.

Luz: Es la protagonista del cuadro. Murillo emplea una técnica iluminista. Sobre el fondo dorado, radiante, se recorta la figura de la Virgen, envuelta en luz para indicar su carácter celeste. Su rostro y vestido blanco irradian luz. La zona izquierda aparece muy iluminada, mientas que la derecha está oscura o en penumbra abajo.

Color: hay gran riqueza cromática, el colorido es vivo, lleno de matices. Predominan los tonos cálidos, dorados, contrastando con los frios. Destacan el blanco y azul de la figura central. Las pinceladas son sueltas, espontáneas, vaporosas, fluidas. La técnica de Murillo es magistral.

Dibujo: pierde importancia ante el color y la luz, aunque el pintor fue un gran dibujante. Los contornos están esfumados, diluídos.

Estilo: Observamos todas la características propias del Barroco: composición movida y dinámica, con predominio de líneas curvas y diagonales; color rico y variado, pero con un color predominante que da unidad al cuadro ( el dorado aquí); contrastes de luces y sombras; pérdida de importancia de la línea; realismo y gusto por el detalle; falta de claridad y confusión, etc.

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